lunes, 12 de marzo de 2012

SERRA DE BERNIA

Siempre empiezo contando la ruta y acabo con las imágenes. En esta ocasión lo voy a hacer al revés. Dani ha mandado este vídeo. Además tenemos las estupendas fotos de Toni Micó, de José el Rochet, del Presi Ramón T., de Domingo y las de Emilio (es decir, las mías). Si recibimos alguna más os lo haremos saber.



Mapa (Armando J.)

Parece que en el bar-restaurante de Bernia no nos esperaban tan pronto. Supongo que ese fue el motivo de que el pan de los bocatas fuera de nuestra edad y la cafetera no estuviera en marcha. Como hay que contarlo todo, la ensalada estaba fenomenal y el vino ... "peleón", como debe de ser (je je je).
En el capítulo dedicado a sendear poco que objetar a la ruta. El Forat estaba en su sitio, todavía no le han llegado los recortes; el Fort como nuestra Comunitat, arruinado; y la vistas, espectaculares desde cualquier lugar del recorrido. Debido, además, a la organización de una ultra de montaña, el monte estaba "de gom a gom"petao como dicen los modernos.
El forat solo lo usamos actualmente los senderistas y algún bicho raro más, pero en otras épocas su situación ayudaba a pasar de una vertiente a otra de la sierra en su zona más agreste. Actualmente son otros bichos los que nos están haciendo pasar por el forat, pero ese es otro tema. 
La construcción del Fort es una historia digna de conocer ya que puede explicar algunas construcciones actuales. Como el decreto de expulsión de los moriscos ya se conocía desde años antes de su expulsión, las autoridades militares de la zona decidieron construir un fuerte para apagar las posibles rebeliones. Cuando se terminó su ejecución, alguien cayó en la cuenta de que aquello estaba demasiado lejos y era muy difícil de aprovisionar. Total que para que no lo pudiera utilizar el enemigo, tuvieron que dinamitarlo. 
Se comenta que el que dijo lo de enemigo tiene un descendiente por esta zona. Es bastante amigo de los estudiantes del Lluis Vives. No está comprobado en ningún sitio pero yo imagino que la obra costaría cinco o seis veces lo presupuestado y no me extrañaría nada que el maestro de obras fuera de un pueblo cercano a Valencia, aunque residiera en esos momentos en centroeuropa, por donde hacen relojes.  ¡Xé, Xavi, veriueu-ho!

Desnivel (Armando J.)

De la comida mejor que hablen otros que a mi me da la risa. Del puchero sí que tengo que decir que estaba buenísimo. Del resto, ... 
Hasta la próxima.


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